En las escuelas públicas de Nueva York, ya lo han prohibido. En Australia, los alumnos volverán a hacer exámenes con “papel y bolígrafo”, porque ya se han detectado casos de plagio según publica The Guardian. Aquí, de momento, el Departamento de Educación no se ha pronunciado oficialmente sobre la regulación del ChatGPT en el entorno educativo. Sin embargo, expertos en alfabetización digital como Kate Arthur, fundadora y CEO de la empresa canadiense Digital Moment, destacan que esta herramienta basada en la inteligencia artificial (IA) es una oportunidad para forzar los cambios necesarios a los cuales tiene que hacer frente la educación, según una entrevista publicada por NacióDigital.
Desde que el uso de este chatbot o bot conversacional, creado por la empresa OpenAI de Elon Musk, se abrió al público de manera gratuita el diciembre de 2022, el sector educativo ya ha empezado a poner en práctica las enormes posibilidades que tiene, pero también alerta sobre las amenazas que se vinculan, con relación a la fiabilidad de las tareas encomendadas o la necesidad de aplicar cambios en las metodologías de evaluación. “Nuestra apuesta es usarlo tanto por parte de los profesores, como por parte de los estudiantes. Lo que hace falta es enseñar a ambos colectivos a utilizar el ChatGPT como una herramienta de productividad e intentar evitar malas prácticas”, destaca Guillem Garcia, experto en innovación educativa del elearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). De hecho, este centro de innovación, vinculado al aprendizaje permanente en línea, ya está trabajando en la elaboración de guías, formaciones y metodologías que puedan acompañar el profesorado en la transición hacia el uso de la IA en la educación.
Correcciones, elaboración de exámenes, evaluaciones, automatización de trabajos administrativos… Las aplicaciones del chatbot son múltiples
Qué ofrece el ChatGPT al sector educativo?
Las aplicaciones que existen son múltiples, desde la formulación de rúbricas, hasta correcciones, elaboración de exámenes, tareas de evaluación, estructuración de textos o la automatización de trabajos administrativos, a pesar de que hay que ir con cuidado porque estos recursos no siempre son fiables, ni ajustados a los objetivos de aprendizaje: “El ChatGPT comete errores y ofrece respuestas muy genéricas. (…) Hace falta que el docente revise todo esto”, apunta Garcia.
Antes de iniciarse en su uso se recomienda explorarlo, hacer pruebas y descubrir algunas de sus posibilidades
“Las respuestas que ofrece se pueden manipular, evidenciar, se pueden extraer fragmentos, pero no se tienen que copiar y pegar literalmente, que es probablemente el que harán los alumnos y aquí tendremos que aplicar medidas de control como hacíamos con la Viquipèdia”, añade Sílvia Caballeria, profesora de literatura del colegio San Miquel dels Sants y jefe de innovación de la Fundación Tr@ms.
Con todo, Sílvia Caballeria y Guillem Garcia destacan algunas ventajas que a continuación resumimos.
1.- Facilita la resolución de dudas y ayuda a generar ideas: sea para el alumnado y/o el profesorado, el ChatGPT permite que interactuar y se le puedan hacer preguntas.
2.- Ayuda a hacer pensar los estudiantes y a plantearles desafíos críticos: las respuestas del ChatGPT en relación a las que ofrece una fuente directa permiten al alumnado comparar y llegar a conclusiones sobre la veracidad de la información.
3.- Se pueden simular conversaciones con un autor o un personaje de una obra teatral: un ejercicio creativo y estimulando que nos propone Caballeria y que ella ha usado con sus alumnos después de haber desarrollado una tarea sobre una obra literaria.
4.- Facilita la creación de contenidos como la elaboración de exámenes y rúbricas: inspira el profesorado con ideas para realizar estas tareas ahorrando tiempos.
5.- Ofrece apoyo en la estructuración de textos
6.- Mejora la productividad en las tareas administrativas: puede resultar una herramienta eficaz para la gestión y automatización de algunos trabajos diarios.
7.- Puede ser una herramienta útil para agilizar las tareas de evaluación y corrección.
La incorporación de la IA generativa en el entorno educativo forzará a un cambio en las metodologías de evaluar y aprender
Cómo pronostica el profesor Guillem Garcia: “Les decimos a los profesores que no usen preguntas abiertas, sino que pidan infografías, trabajo colaborativo, que elaboren pruebas orales, etcétera. Metodologías que no son nuevas, pero que pueden ayudar a hacer actividades en uso de la IA generativa”. Garcia apunta que hay que “aprender a trabajar con estas tecnologías pero no depender de estas tecnologías ni tampoco trabajar contra ellas”. Jordi Truñó es director pedagógico de FP de la escuela Pia Santa Anna de Mataró y reconoce que “no pueden vivir de espaldas a esta nueva herramienta”, si son las mismas empresas que ya lo están poniendo en práctica. En este sentido, Truñó cree que “les habrá que encontrar un encaje”, teniendo en cuenta la nueva ventana de aprendizaje que los supone tanto por los alumnos como por los profesores.
Probablemente lo más adecuado, como apunta Sílvia Caballeria, seria disponer de un proceso de debate, reflexión, documentación y práctica. Un espacio difícil de encontrar con la dinámica del curso ya iniciada, pero que no se puede posponer: “Tenemos delante un nuevo paradigma que nos ha estallado (…) y no queremos llegar tarde. Nos tenemos que poner a trabajar”, concluye.
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