Todo empezó en junio del 2018, cuando los seis profesores/se de lo IEA Oriol Martorell de las disciplinas de música, danza, tecnología, artes plásticas y visuales, matemáticas y ciencia se dieron cuenta que tenían ante ellos una oportunidad única: trabajar de forma integrada todas aquellas asignaturas en una clase conjunta, una clase que a la hoja del horario de la escuela quedó bautizada como hora STEAM.
¿Ejemplos? Muchísimos. Durante el proyecto Ecosistema sonor insonorizaron una aula que tenía muy mala sonoridad. “A partir de los conceptos sobre física del sonido, descubrimos que el problema acústico que teníamos en el aula era la reverberación. A continuación, se emprendió un trabajo de medida de espacios y cálculos, teniendo en cuenta los coeficientes de absorción de los diferentes materiales, adaptándolos a la normativa de las consecuencias por la salud. Y al fin, decidimos la solución, que pasaba por la construcción de unos paneles absorbentes y difusores”, detalla mostrándonos con orgullo la sala completamente forrada e insonorizada a pesar de estar situada al lado mismo de la Ronda de dalt de Barcelona.
El primer proyecto STEAM que hicieron pero, no fue este sino el de la fabricación de unos instrumentos musicales de la mano del profesor de Tecnología Sergi Pascual, la profesora de música Eulàlia Rosell y la profesora de danza Aroa Córdoba, que todavía guardan cuidadosamente en un armario como si fuera un tesoro.
Durante el curso 21-22, crearon lo proyecto Geometría a escena en 2.º de ESO, que partiendo de la relación de la geometría y las matemáticas con el movimiento y la música, desembocó en la fabricación de elementos escenográficos con poliedros iluminados con luces LED programados, de forma que los pudieran incorporar a un espectáculo escénico.
En paralelo, en 4.º de ESO empezaron el proyecto DigitArt, con el mismo espíritu de co-docencia y lideratos por la profesora de visual y plástica Amèlia Mañà, donde se combinan las herramientas digitales y los nuevos lenguajes artísticos y escénicos, para que el alumnado elabore creaciones relacionadas con la fotografía, el videoarte, el arte sonoro, la programación, o la videodanza.
La clase STEAM a la cual asistimos es de matemáticas. En una gran aula en forma de anfiteatro y con escenario, 60 alumnos empiezan la clase dedicando unos minutos a la atención llena. La profesora de danza, Anna Planas, los hace cerrar los ojos y les guía en un proceso de presa de conciencia de la posición de su cuerpo y de la respiración. Silencio absoluto. Ninguna distracción. Cuando Planas da por finalizada la sesión, la mitad de la clase se queda en el aula y la otra mitad, marcha a otra.
La clase STEAM, paso a paso: de la atención llena en el diario de aprendizaje
Los primeros trabajarán teselaciones y además de emplear papel, lápiz y pizarra, también hacen figuras con el cuerpo mientras los acompaña el sonido de un piano. “Trabajamos conceptos de geometría. A partir de polígonos miramos como se puede ocupar el espacio a partir de varios patrones”, nos explica Planas. Aquí, los músicos, guiados por los profesores Daniel Ariño y Jordi Gómez, se los orienta siguiendo patrones numéricos de poliritmia, a que improvisen y prueben otros recursos más allá de la partitura a que están acostumbrados”, añade mientras toma notas de aquello que los está explicando el maestro de matemáticas.
Mientras tanto, Pedroche está con la otra mitad del grupo, a los cuales ha propuesto que diseñen un gif animado a partir de simetrías axiales para completar una teselación matemática. Trabajan en equipos de 3 o 4 en una aula normal, sin música y danza, pero se mueven por la clase igualmente animados con el reto que tienen por delante.
Durante las sesiones de STEAM, profesorado y alumnado graban y fotografían evidencias de aprendizaje, para compartirlas e incorporarlas al blog personal que todos los alumnos tienen y al cual denominan Diario de Aprendizaje. El círculo se ha cerrado: la clase ha empezado con la atención llena y acaba con el dietario de aprendizaje.
Retorno social
Desde hace más de diez años, Montse Guri es la directora del centro. “Somos muy conscientes que tanto por nuestra singularidad como por nuestra condición de centro público tenemos la obligación de dar un retorno a la sociedad. Es por eso que recibimos visitas tanto de escuelas públicas como concertadas a las cuales los ayudamos a llevar a cabo proyectos similares para ir haciendo mancha de aceite.
Incorporar la tecnología y los conceptos científicos y matemáticos con las disciplinas artísticas no solo está propulsando las vocaciones científicas en su alumnado sino que también está sirviendo para darlos más recursos digitales e ideas de negocio o de actividades más conectadas con las necesidades profesionales actuales y del futuro.
Por todo ello, el IEA Oriol Martorell está considerado uno de los centros educativos públicos clave de Catalunya para aprender en profundidad la integración que propone el aprendizaje STEAM. No en vano sus alumnos participan en proyectos como el Programa de Mujeres Científicas a la vez que se presentan a audiciones en instituciones tan prestigiosas como son la Ópera de París o la Royal School de Londres.
¿Quieres más información sobre sus proyectos? Mira esta presentación del proyecto STEAM Ecosistema Sonoro.
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