PROYECTO CLAB: IMPRESIÓN DE BIOMATERIALES Y ECONOMIA CIRCULAR

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Unidad didáctica 2. La pregunta: ¿Un mundo sostenible? (3h)

2.3. Composición de biomateriales

biomaterials
La cáscara de las naranjas o mandarinas puede convertirse en biomaterial. | Getty Images

 

Sin entrar en detalles demasiado específicos, queremos explicarte la estructura básica de los biomateriales, además de contarte alguna receta para poder crearlos.

A continuación tienes un breve resumen de los componentes que forman los biomateriales y también varios ejemplos de cada uno de ellos.

 

tipos biomateriales

 

El biopolímero se encarga de dar estructura al biomaterial, y aglutina y une todo el resto de materiales.

El plastificante es el que dará mayor o menor flexibilidad a nuestro biomaterial, según deseemos.

El aditivo es el material orgánico que añadimos nosotros. Por ejemplo, pueden ser los residuos de alimentos: piel de naranja deshidratada, el hueso del aguacate, el marro de café, la corteza de huevo, la piel de limón deshidratada, etc. También pueden ser tintes naturales, incluso fibras. Estos aditivos definirán la estética del biomaterial y también su estructura, porque como puedes ver son muy diferentes unos de otros, así que tendremos texturas diferentes, densidades diferentes… todo un mundo por descubrir.

Por último, el solvente. Algunos materiales se crean a partir de polímeros solventes en agua y otros materiales se crean a partir de polímeros solventes en alcohol. En las mezclas siempre hay algún momento en que tendremos que añadir un poco de solvente. Además, si queremos reciclar nuestro biomaterial y darle otra forma o uso, también necesitaremos estos solventes.

 

Actividades

Es el momento de aprovechar los residuos orgánicos que generas en casa. Aprovecha algún residuo orgánico para obtener aditivos. Te proponemos dos opciones, aunque puedes innovar todo lo que quieras. Podrías obtener aditivos a partir de la piel de frutas que consumes habitualmente.

  1. La primera opción sería aprovechar esa piel y dejarla secar, bien al sol, al horno o en una deshidratadora. Una vez la hayas secado, deberías triturarla y almacenarla.
  2. La segunda opción sería aprovechar esa piel para producir nuestro propio colorante. Pon a hervir la piel durante 30-40 minutos en una olla.

Cuando veas que el agua se asemeja a un colorante, es que está listo. Después dejas enfriar el líquido para luego almacenarlo. También podríamos aprovechar la piel de la naranja para la opción 1.