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Aprender con las manos

Documentando el aprendizaje en el aula con el teléfono móvil

La grabación de pequeñas películas y podcasts en la escuela puede ser una buena herramienta para fomentar el compromiso y la autoevaluación de los estudiantes
Os explicamos cómo utilizar el ‘storytelling’ como herramienta educativa
13 de febrero de 2024 –
 Redacció

A partir del próximo curso, los teléfonos móviles solo se podrán utilizar en los institutos catalanes para “usos educativos específicos”. A pesar de que esta norma puede representar muchos retos para los equipos docentes de los centros educativos, también puede abrir la puerta a la utilización de muchas de las oportunidades que nos ofrecen los smartphones. Un claro ejemplo es la creación de historias multimedia relacionadas con el contenido que se está tratando en el aula, lo que se conoce como storytelling.

En el aula, los profesores pueden diseñar proyectos de narración digital para que los estudiantes documenten todo lo que van aprendiendo. Desde la redacción del guion inicial, pasando por la grabación de audios, videos o texto, hasta llegar a la edición y presentación final, con el objetivo que los estudiantes “almacenen” el contenido de las lecciones con un método en el cual ellos se sienten cómodos, les motiva y hecho con una herramienta tan cotidiana con su día a día como es el teléfono.

Planificación y guión

Empezar con el storytelling puede suponer un reto si no se está familiarizado con el concepto y sus dinámicas. El primer paso es guiar a los estudiantes en el desarrollo de un guion.

Lo primero que tienen que tener en cuenta los alumnos es que no es el mismo una historia que un informe. A menudo, los estudiantes optan para abordar el proyecto presentando una información como si fuera un resumen de lo que han visto en clase, pero este no es el objetivo de esta actividad, puesto que la carga cognitiva es muy baja cuando la única tarea es una recitación de items. Lo que queremos es que también aflore la creatividad para explicarlos.

Una buena estrategia es pedir a los estudiantes que envuelvan su aprendizaje en una estructura narrativa, la cual les proporciona un marco para asimilar nueva información. Por ejemplo, pueden personificar un concepto matemático, un elemento de la tabla periódica o un hecho histórico importante y crear una narración a su alrededor, la cual avance a través de lo que se quiere explicar: grabar con la cámara qué reacción provocamos si fusionamos dos elementos químicos y adaptarlo al formato visual de Tik Tok; reprentar en una maqueta y grabar qué estrategia siguió Júlio César durante el asedio de Alésia; como funcionan las ondas de la voz utilizando la grabadora del móvil y el programa gratuito de edición de audio Audacity para acabar creando un pequeño podcast… ¡Las opciones son casi infinitas!

Una vez tenemos la idea inicial de lo que se quiere hacer, es hora de escribir el guion. Podemos hacerlo con un guion gráfico al estilo de los storyboards; una escaleta como si se tratara de un programa de radio o un guion como el de un cortometraje.

Grabación y narración

El componente más importante de un proyecto de storytelling es la narración. Una vez se tiene el guion terminado, toca grabarlo. Podéis utilizar el mismo programa Audacity que antes hemos mencionado, otros de gratuitos que podéis encontrar en la red o la misma grabadora del móvil. Lo importante es que sean software sencillos e intuitivos, donde se pueda capturar el sonido con el mismo teléfono o con unos auriculares con micrófono incorporado. En el caso de que el proyecto de vuestros alumnos también tenga video, podéis unir la narración en off y las imágenes en programas como Canva, Movie Maker o iMovie.

Para que el resultado sea óptimo y fluido, una buena opción puede ser leer sus guiones en voz alta diversas veces antes de pulsar el botón rojo de grabar o hacer una lectura colectiva de guiones a clase.

Presentando y almacenando

Una vez tenemos el video o el audio definitivo, es hora de presentarlo en la clase. Este paso es muy importante, no solo para mostrar los resultados finales, sino para que los alumnos expliquen cómo ha sido el proceso y que los ha llevado a quererlo presentar en aquel formato en concreto y no en otro. Lo que se explica es importante, pero el cómo también.

En acabar cada presentación, podéis abrir un turno de preguntas y así analizar si los conceptos que se querían explicar en la narración se han entendido correctamente.

Un último paso muy interesante puede ser el de crear un repositorio con todas las lecciones creadas por el alumnado. En el supuesto de que todo sean videos, podéis crear un canal de YouTube. Si hay multiplicidad de formatos, una buena opción es una Unidad Compartida de Google Drive, donde los estudiantes puedan acceder y utilizar los materiales creados por sus propios compañeros para repasar el que se ha hecho en clase.

En definitiva, lo que se quiere fomentar a través del storytelling son proyectos multidisciplinarios donde los alumnos no solo revisen los conceptos dados a clase, sino que también se esfuercen a fomentar su creatividad y aprendan a utilizar con fines educativos los recursos tecnológicos de los que disponen habitualmente.

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