Si a nosotros los motores de busca de Google, YouTube o Pinterest a veces no nos muestran los resultados esperados, os imagináis cómo de difícil debe de ser para un niño de 8 o 9 años buscar y seleccionar la información disponible en la red?
Para que no se nos pierdan ni se frustren antes de tiempo, podemos ayudarlos mediante unas estrategias muy simples que no solo los facilitarán la misión de encontrar algún tipo de información sino que también los iniciarán en el arte de la curaduría de contenidos digitales y el desarrollo de técnicas para encontrar, identificar y seleccionar contenidos digitales de calidad.
1. Enséñales qué son las palabras clave.
Los niños seguramente ya saben que las frases al motor de busca tienen que ser breves, que no importan las mayúsculas o minúsculas y que los primeros resultados que aparecerán seguramente serán anuncios. Ahora bien, lo que posiblemente no saben es que es más efectivo escribir “nacimiento Pau Casals” que “cuando nació Pau Casals” o “casos bullying Cataluña” que no “datos bullying Cataluña”, pues tanto “nacimiento” como “casos” ofrecerán búsquedas más concretas. Cómo veis, de hecho, también es un buen ejercicio para enseñarles muchos matices relacionados con el significado de las palabras, la manera como pensamos y estructuramos la información y los criterios que usan los algoritmos de las inteligencias artificiales.
2. Hacer una lluvia de ideas sobre los temas de búsqueda.
Una vez tengan claro qué es una buena palabra clave, es posible que no se les ocurra ninguna cuando se plantee un determinado tema. Una buena manera de ayudarlos es haciendo primero una lluvia de ideas antes de abrir el navegador. Si vuestros estudiantes están investigando animales para un proyecto científico, por ejemplo, podéis hacer una lista de palabras habituales como habitado, peso, medida, dieta… Mostrar listas de consultas de busca habituales también puede resultarles inspirador de cara a nuevas búsquedas.
3. Las mayúsculas no… pero la ortografía sí es importante!
Los niños tienen que tomar conciencia que los motores de busca no son chats de whatsapp donde pueden escribir con abreviaciones y faltas. Mostradles los malos resultados de una consulta mal ortografiada y comparadlos con un hecho con las opciones de busca avanzada (los de Google o YouTube, por ejemplo ) para que vean la diferencia. Aquí también los podéis facilitar herramientas digitales para revisar rápidamente la ortografía, como Optimot o Softcatalà.
4. ¿Problemas técnicos? En ninguna parte de desesperarte, ponte de ejemplo
A los niños les cuesta aceptar que falle la conexión a Internet o que el dispositivo se bloquee. Siempre que se produzcan fallos tecnológicos en el aula, como por ejemplo la caída de la WI-FI o un proyector que no funciona, para resolver el problema pensando en voz alta. Esta transparencia puede mostrar a los estudiantes cómo abordar un problema técnico cuando se los presente a ellos sin impacientarse o empezar a pulsar compulsivamente el ratón o la pantalla táctil bloqueada.
5. Incorpora las búsquedas de voz.
Los adultos quizás todavía no estamos tan avezados pero los niños sí, sobre todo si ya están creciendo con un Alexa a casa. Os animamos, por lo tanto, a introducir la voz en las búsquedas y hacer preguntas en voz alta. Se trata de una función integrada en muchas herramientas digitales que también se puede activar a los teclados digitales (previo permiso a utilizar el micrófono del dispositivo). Recordadles la importancia de acercarse al micrófono cuando hablen si se encuentran en un entorno ruidoso pero sin necesidad de gritar excesivamente.
6. Filtros de seguridad
Recordad que para que la navegación de los niños sea segura además de efectiva, Google permite hacer búsquedas bloqueando el acceso a determinados contenidos, tal como ellos mismos detallan aquí tanto en el entorno familiar como escolar. Otros buscadores seguros concebidos especialmente para los niños son:
- Kiddle. Dispone de imágenes para hacer más sencillas las investigaciones de los niños, cuenta con un filtro de palabras malsonantes para evitar resultados inesperados y no guarda los registros de búsquedas que el niño haga en Internet para preservar su privacidad. Son fiables las tres primeras páginas de la búsquedas.
- Bunis. Utiliza los filtros de seguridad de Google. Su amplia base de datos con miles de palabras no permitidas evita que los pequeños encuentren contenidos inapropiados.
