Ana Munteis, subdirectora de La Salle Premià, coordinadora general de robótica en infantil y primaria, ha sido la comandante del grupo de profesores que han realizado la capacitación en competencia digital B2. Conversamos con ella para conocer de primera mano cómo ha vivido la experiencia, qué se lleva a nivel personal más allá de los conocimientos adquiridos y cómo percibe el futuro.
¿Por qué has hecho la capacitación en competencia digital?
Empecé con un webinar de Miquel Àngel Prats sobre IA y el futuro que nos esperaba a nivel de robótica y después apareció el proyecto de Objectiu: La Terra. Me pareció una oportunidad para dar un paso adelante en el centro, tanto a nivel de material como para la capacitación del profesorado. Ya estábamos preparándonos para obtener la capacitación A1 que exige el Departamento, y decidimos apostar por el proyecto.
¿Ha sido como te imaginabas?
Mejor. Me costaba imaginar cómo aterrizaría en nuestro día a día el proyecto del espacio ni cómo podríamos utilizar todo el material que recibiríamos. Al final lo hemos adaptado a lo que necesitamos y hemos adquirido nuevos conocimientos.
¿Por qué has sido la comandante?
Como miembro del equipo directivo, fui a la presentación del proyecto y luego expliqué a los compañeros del claustro por qué deberíamos hacerlo, que era una gran oportunidad. Por el cargo de subdirectora, tengo más disponibilidad de tiempo, también soy la coordinadora del Plan TAC (tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento), antes de ser maestra trabajé trece años como informática y tengo facilidad para la tecnología. Supongo que todo eso hizo que nadie dudara de que sería la comandante.
¿Cómo ha sido la experiencia de liderar la tripulación de diecinueve docentes que se han capacitado?
Lo he vivido bien. Todo el profesorado que ha formado parte del proyecto estaba entusiasmado y ha tenido buena predisposición. También me ha permitido tener más relación con compañeros con los que normalmente no tenía tanto contacto.
¿Qué es lo que más te ha gustado de liderar tu equipo?
La respuesta de los compañeros y la relación que hemos establecido entre nosotros. Me ha gustado y sorprendido, porque es muy difícil encontrar un punto en común con gente tan diferente y eso nos ha unido más, nos ha permitido conocernos de otra manera y descubrir otras formas de pensar.
¿Qué ha sido lo más complicado?
El final del proyecto. Comienzas con mucha expectativa, después te entusiasmas, pero a medida que va pasando el curso estamos más cansados, cuesta continuar y no perder la ilusión. Había días en que era difícil ver el final, ir detrás de los compañeros para tenerlo todo listo y mantener la energía del principio.
«Tengo ganas de cambiar cosas, enseñar dando más voz al alumnado, que tengan más libertad para decidir y abrir paso a la creatividad.»
Què és el més sorprenent de tot el que has après?
El futur que ens espera. No sé què hauran d’aprendre els nostres alumnes ni com ho faran però la capacitació t’apropa al que vindrà, que no està tan lluny, encara que no sabem del cert com serà.
Com perceps aquest futur?
Inquieta i a l’expectativa. El més difícil és la vessant humana, dels valors. On quedarà tot això? Hauríem de trobar l’equilibri entre el que ens espera i el que hauríem de continuar sent, no hauríem de perdre la part humana, és l’únic que em fa por.
Com ho contrarestaries?
A l’escola es treballa molt l’educació emocional, que és important però no sé si és la resposta, es queden amb la teoria i no sempre saben incorporar-ho. Crec que el millor que es pot fer és el treball en equip, perquè per aconseguir els objectius s’han de treballar els valors, sinó no s’assoleix la fita. Es fa de forma gairebé inconscient, la feina en equip et demana compartir, ser empàtic, escoltar… és una molt bona manera.
Més enllà dels coneixements, què t’ha aportat a nivell personal?
Moltes coses. Sobretot la relació amb els companys però també la il·lusió de quelcom nou i diferent del que fem sempre, se t’obre un món diferent, adonar-te de tot el que pots arribar a fer o fins i tot entendre millor com funciona l’alumnat i per què els atrau tant la tecnologia.
¿Qué es lo más sorprendente de todo lo que has aprendido?
El futuro que nos espera. No sé qué tendrán que aprender nuestros alumnos ni cómo lo harán, pero la capacitación te acerca a lo que vendrá, que no está tan lejos, aunque no sabemos con certeza cómo será.
¿Cómo percibes ese futuro?
Inquieta y a la expectativa. Lo más difícil es el aspecto humano, los valores. ¿Dónde quedará todo eso? Deberíamos encontrar el equilibrio entre lo que nos espera y lo que deberíamos continuar siendo, no deberíamos perder la parte humana, es lo único que me da miedo.
¿Cómo lo contrarrestarías?
En la escuela se trabaja mucho la educación emocional, que es importante pero no sé si es la respuesta, se quedan con la teoría y no siempre saben incorporarlo. Creo que lo mejor que se puede hacer es el trabajo en equipo, porque para conseguir los objetivos se deben trabajar los valores, si no, no se alcanza la meta. Se hace de forma casi inconsciente, el trabajo en equipo te pide compartir, ser empático, escuchar… es una muy buena manera.
Más allá de los conocimientos, ¿qué te ha aportado a nivel personal?
Muchas cosas. Sobre todo la relación con los compañeros, pero también la ilusión de algo nuevo y diferente de lo que hacemos siempre, se te abre un mundo diferente, darte cuenta de todo lo que puedes llegar a hacer o incluso entender mejor cómo funciona el alumnado y por qué les atrae tanto la tecnología.