La Flipped classroom o aula invertida es un modelo pedagógico que consiste en invertir el orden de la educación tradicional, trasladando parte de la instrucción a casa. ¿Con qué finalidad? Optimizar el tiempo a clase dedicándolo, por ejemplo, a atender las necesidades especiales de cada alumno, desarrollar proyectos cooperativos o trabajar por proyectos.
El objetivo es aprovechar el tiempo en clase para que los estudiantes apliquen los conceptos y contenidos a los cuales han accedido previamente a casa, así como promover un aprendizaje activo que permita que el alumno desarrolle los pensamientos crítico y analítico.
5 ventajas del modelo Flipped classroom
1. Incrementa el compromiso del alumnado
Este modelo pedagógico requiere del alumnado una participación activa, porque tiene que hacerse (co)responsable de su aprendizaje. Este compromiso es posible gracias a un mayor grado de motivación justificado, entre otros factores, por la expectativa de enfrentarse a una cosa nueva y por la entrada de las TIC al aula. Además, son los alumnos los que marcan su ritmo de aprendizaje.
2. Favorece la orientación personalizada
Es frecuente que el contenido previo vaya acompañado de cuestionarios o ejercicios interactivos que permitan al profesor no solo comprobar quién trabaja (o no) en casa, sino localizar tanto en los alumnos más avanzados como aquellos que presenten más problemas. Así mismo, no tendréis que esperar a la entrega y corrección de un trabajo o examen para detectar las necesidades especiales del alumnado, porque la interacción en el aula le permite conocer esta información en tiempo real.
3. Refuerza el trabajo en equipo
Uno de los conceptos directamente relacionados con la flipped classroom es el trabajo colaborativo. Si bien es cierto que el trabajo previo se realiza de manera individual, en clase se anima al trabajo en equipo, intermediando, por ejemplo, en la resolución de problemas en grupo.
4. Aporta más libertad al profesorado
Los profesores de una misma área pueden crear una base conjunta de material para la instrucción previa (video, presentaciones, podcasts, etc.), lo cual facilita una mayor flexibilidad en la hora de diseñar la estrategia dentro del aula, adaptándola a las necesidades específicas de este grupo concreto de estudiantes.
5. Promueve el debate en el aula
El tiempo de clase es utilizado para que el alumno piense y reflexione en torno a los contenidos, trabajo cognitivo potenciado por el intercambio con otros compañeros.
Tres casos prácticos
Aula invertida en formato vídeo
Si te sientes cómodo ante una cámara y dispones del material necesario (hoy en día, cualquier smartphone te permite crear videos de calidad), puedes grabar las lecciones, crear un canal de YouTube y compartir el contenido con tus alumnos. Si no quieres que tus videos sean públicos, no te preocupes, puedes compartirlos únicamente con aquellas personas que desees que los vean. No quieres tus videos alojados en YouTube? Puedes abrir una cuenta de Google Drive o Dropbox y, desde aquí, compartir los videos de manera privada con tus alumnos. Si no te sientes preparado para aparecer en tus videos, puedes optar para grabar solo la lección, pero recuerda que es importante que seas creativo si quieres mantener el interés de tus estudiantes.
Para conseguir un mayor aprovechamiento de este recurso, podrías considerar proponer a otros compañeros docentes crear un canal conjunto, elaborando un repositorio de videos común. Así dispondréis de una mayor variedad de recursos.
Crea tus propias historias y publicalas en un blog
Nadie mejor que el profesor para identificar las necesidades de sus alumnos. Los conoces y conoces su ritmo de aprendizaje. Complementa las lecciones con contenido creado por ti mismo en función del que tu clase requiera en cada momento. Plataformas como Storify te permiten crear blogs interactivos y visualmente muy potentes en los cuales podrás combinar texto, imagen y video con enlaces externos, tuits, fotografías de Instagram o publicaciones de Facebook, por ejemplo.
Programa debates en clase
Elige una temática que desees tratar en clase. Selecciona una película, libro, reportaje o programa el contenido que gire entorno o conecte con tu tema. Prepara material previo al visionado o lectura, marca unas directrices sobre lo que será el debate y pide a tus alumnos que tomen notas para ir a clase preparados para debatir. El trabajo de instrucción y preparación se realiza en casa y el tiempo en clase se aprovecha para que todos los alumnos tengan su momento para expresarse.