¿Cómo percibe nuestras emociones la Inteligencia Artificial? ¿Cómo se ve una película o una flor a través de sus ojos? ¿Cómo podemos experimentar con ella? Estas y otras muchas preguntas son las que intenta responder la exposición IA: Inteligencia Artificial, la cual se puede visitar hasta el 17 de marzo en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). La muestra explora la historia, las posibilidades y los retos éticos de esta tecnología y destaca por la gran cantidad de puntos interactivos de los que dispone, hecho que la convierte en una actividad ideal por jóvenes y niños que quieran dar sus primeros pasos en el mundo del machine learning y experimentar con los miles de alternativas que nos ofrece la IA.
En entrar a la exposición, nos rodea la oscuridad, únicamente rota por las decenas de pantallas, robots, escáneres y obras que se extienden por todas partes. Justo al principio, vemos cómo un grupo de visitantes mueven los brazos y las piernas de manera excéntrica, delante de ellos, en una pantalla de grandes dimensiones, una masa desconocida va tomando forma e imitando sus movimientos de manera cada vez más exacta. Se trata de la instalación Machine Learning, del colectivo de artistas e investigadores Universal Everything, con la cual se quiere explorar la capacidad de la IA para aprender movimientos humanos y tomar una forma física para reproducirlos.
Este es uno de los primeros puntos de la muestra donde se requiere la participación de los visitantes, pero no el último, sino todo al contrario, porque uno de los puntos fuertes y distintivos de la exposición es precisamente la interactividad que proponen muchas de sus obras. Podemos ver cómo la IA lee nuestras emociones mientras conducimos un simulador de carreras de coches y nos dice si estamos nerviosos, enfadados, contentos o concentrados; también nos pondrá a prueba haciéndonos adivinar quién es el autor de una serie de poemas y citas, la IA o autores célebres de la literatura universal o nos propondrá crear un ritmo de batería a cuatro manso –las nuestras y las suyas–.
Esta interactividad constante la convierte en una muestra muy dinámica y que no dejará de sorprendernos, a pesar de que nosotros os recomendamos que la visitáis fuera de los días u horarios más concurridos y así podréis experimentar con más tiempo y tranquilidad con todos los gadgets que iréis encontrando, como por ejemplo, uno de los más curiosos, un perro robótico que reconoce nuestra voz y, a medida que nos vayamos ganando su confianza, interactúa de una manera u otra con nosotros, incluso podemos ver como se le dilatan las pupilas cuando se emociona.
¿Alguna vez os habéis preguntado cómo nos ve una IA? Pues, poniéndonos ante un escáner, veremos como asimila en nuestro físico y lo representa, igual que, en otro momento del recorrido, veremos como reacciona en directo la Inteligencia Artificial a los estímulos de una película de ciencia ficción.
Visitamos la exposición mientras jugamos
A pesar de ser una exposición muy interactiva y dinámica, el mundo de la tecnología y la IA a menudo puede ser difícil de comprender y algunos de sus apartados pueden resultar densos por la gran cantidad de información que se encuentra, sobre todo por los más pequeños de la casa. Aun así, tenéis la opción de realizar la “visita autojugada” IActualitza’m!, dirigida a niños y niñas de entre 6 y 12 años. Se trata de un juego de pistas y retos que los participantes tendrán que ir superando a medida que avanzan a través de la exposición. Con la ayuda de un plano que indica los puntos donde hay que pararse, se plantean juegos y enigmas para que las familias y los niños aprendan como funciona la IA.
Pensamiento computacional desenchufado
Dentro de las instalaciones del mismo CCCB también se ha habilitado el espacio L’aprenent, una propuesta diseñada por el colectivo Estampa que, a través de cuatro juegos y un enigma, propone pensar, sin pantallas, apps o cables, como y de quienes aprende la IA. Los niños podrán idear que los gustaría que hiciera una IA –o que no hiciera–, diseñarla con materiales que encontrarán en la misma aula y aprender como funciona el trabajo por capas, la lógica de la IA… Una actividad ideal para potenciar el “pensamiento computacional desenchufado”.
También podéis consultar la web del CCCB las distintas actividades y talleres dirigidos a familias que organizan desde ahora y hasta el 17 de marzo.