Las nuevas tecnologías (TIC) y las herramientas de inteligencia artificial (IA) ya se utilizan para informar y evitar situaciones de acoso escolar o bullying. Sin ir más lejos, en 2017 la empresa Samsung junto con el Ministerio de Educación y Formación Profesional del gobierno español impulsaron el Asignatura Empatía, donde a través de gafas de realidad virtual los alumnos se sumergían en una situación de acoso que los explicaba qué es lo bullying y los ayudaba a identificarlo y prevenirlo.
20.000 niños y adolescentes de 500 escuelas han visto el video de Asignatura Empatía creado con un sistema 360°
“Lo que puede hacer la IA es llegar a espacios que habitualmente están escondidos”, apunta Antoni Baena, doctor en psicología, director del Máster universitario en salud digital de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y coordinador del grupo de expertos en TIC del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya (COPC).
Según Baena se están utilizando diferentes experiencias con chats bot, gamificación e incluso algunos tipos de robots: “Son herramientas que se trabajan en temas de acoso escolar pero también en cuestiones de ideación suicida (…) y que nos ayudan a detectar posibles casos rápidamente. Incluso veremos robots que analizan emociones según la expresión de la cara o el tono de voz. Nos ayudarán a hacer un diagnóstico siempre que haya un profesional detrás que lo supervise”, destaca.
Experiencias inmersivas para ponerse a la piel del otro
Seedsexperience es una empresa de tecnología inmersiva que elabora experiencias virtuales, interactivas, autónomas y “multirol”. Creada en 2020, poco antes de la pandemia, la compañía salió al mercado con tres propuestas piloto, para tratar el acoso escolar, la violencia de género y lo mobbing o acoso laboral.
En “La fuerza del testigo”, así es como se titula el taller que aborda el bullying, el alumnado vive una situación real de acoso donde está representada la figura de la abusador, la víctima y los testigos. “Con la ayuda de unas gafas de realidad virtual te puedes poner en la piel de los tres personajes y cuando te ubicas en el rol de testigo se te pregunta de qué manera quieres intervenir para frenar aquello que estás viviendo”, explica Álvaro Prades, cofundador y CEO de Seedsexperience.
Hoy en día, más de 20.000 niños y adolescentes de todo el Estado español han llevado a cabo esta actividad, que además de la misma experiencia inmersiva incluye un conjunto de unidades didácticas para trabajar el acoso escolar en el aula: “Con “La fuerza del testigo” conseguimos que los niños y adolescentes tomen conciencia de que es lo bullying y que pueden hacer para evitarlo”, apunta Prades.
Después de tres años, la propuesta de la empresa catalana ha evolucionado y actualmente ofrecen un programa educativo en salud emocional y valores, que se destina en toda la comunidad educativa: “Trabajamos con un equipo de psicólogos y pedagogos que analizan los resultados de estas actividades para poder trabajar de manera más eficiente con el alumnado esta gran problemática”.
IA al servicio de la víctima
Además de las actividades inmersivas existen otros recursos para prevenir o detectar situaciones de *bullying utilizando la inteligencia artificial. Por ejemplo, en 2021 una estudiante de solo 16 años, Martina Massana, consiguió programar un bot para identificar si una persona estaba siendo víctima de acoso. El Trustbot.cat, así es como se denomina, se ha programado a partir “de una serie de indicadores que consiguen captar la respuesta de los usuarios además de hacer preguntas orientadas a descubrir si el interlocutor está sufriendo una situación de acoso”, explica Martina.
El Trustbot.cat creado por Martina recibió numerosos reconocimientos escolares y captó la atención de diferentes medios de comunicación que se hicieron eco. A pesar de que la idea se ha quedado en una fase inicial ha servido para que Martina decidiera estudiar Ingeniería de Datos en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) con la voluntad de trabajar al servicio de las personas: “Hay que desarrollar tecnología en campos donde las personas no podemos actuar de manera directa. No es lo misma hablar con una persona que te puede juzgar, que con una máquina que simula la relación con alguien y donde te puedes sentir resguardado y protegido, cosa que genera un en torno a confianza”, apunta Massana.
“Se pretende que la información detectada por el chatbot se utilice para que los profesores tengan constancia de un caso de acoso y actúen en consecuencia”
El proyecto de Martina Massana ha culminado con la publicación de Yo también soy diferente (Ed. Penguin Random House), una historia que nos invita a reflexionar sobre que significa ser diferente y como podemos actuar contra el acoso escolar, a través de las aventuras de una preadolescente, Sara, que llega nueva en el instituto.