Los robots humanoides no son un objeto cualquiera. Suelen estar rodeados de una aura magnética que los hace irresistibles, como los que fabrica Joan Hidalgo: simpáticos, tiernos, bonitos… y, con el valor añadido de estar íntegramente hechos de material reciclado.
Desde el 2016, ha hecho más de 700 y hay en todo el Estado, una actividad que lo está ayudando en su convivencia diaria con una enfermedad minoritaria que disminuye la capacidad de coordinar los movimientos denominada ataxia telangiectasia.
La idea le vino a raíz de su afición a Star Wars y la persona que lo ayudó en la fabricación del primer robot fue su madre. A nosotros quien nos acompaña hasta el interior de su estudio es el padre, que también se llama Joan.
Actualmente, es él quien la ayuda a utilizar el destornillador, el punzón y los alicates, porque a Joan Robots, su nombre artístico, cada vez le cuesta más realizar actividades manipulativas de psicomotricidad fina. “Ahora, él es la mente creativa y yo, quién lo ejecuta. La fabricación del robot es simple: con estas tres herramientas, cuatro llaves, un bote gordo de plástico (mejor que una lata si se es inexperto) y tapones de plástico de varias medidas cualquier niño/a los puede fabricar”, nos explica Joan padre mientras nos acomodamos en un sala de estudio llena de robots.
«Quiero demostrar a los niños que todos podemos hacer aquello que queramos, en mi caso quería crear objetos únicos con material reciclado»
Tapones, latas y cables con vida propia
Los que tienen en exhibición están hechos mayoritariamente de latas (hay uno, de precioso, hecho con una caja de lata antigua propiedad de la abuela). Los brazos suelen estar hechos de cables; los pies y los ojos, de tapones y las manos, de enchufes. Los elementos decorativos varían: a uno, una brocha de maquillaje le hace de cabello; otros llevan placas de programación incrustadas en el cuerpo, pero todos respiran un estilo único inconfundible, un sello de fabricación muy personal que le ha permitido hacerse un nombre en las redes sociales y conseguir el apoyo de la Fundación Itinerarium, que no solo le ha permitido convertir su afición en un proyecto social y educativo sino también poder regalar sus robots y conocer a personalidades como el Papa Francisco o el futbolista Andrés Iniesta, de quien es un gran fan.
En 2017 fue galardonado con el premio Sant Cugat y, a raíz de este premio, la Agencia Catalana de Residuos se interesó por su proyecto por su capacidad de fomentar el reciclaje. También empezaron a organizar talleres educativos que han ayudado mucho a Joan, que ahora tiene 21 años, a sentirse realizado después de haber completado sus estudios en diseño y artes gráficas. “Todos tenemos algún tipo de discapacidad. Yo mismo llevo gafas -explica su padre-. Este proyecto ayuda a explicar que todos somos diferentes y que este es nuestro valor: igual que los robots”.
En sus talleres, además de fomentar la inclusión y hacer que los niños (y sus familias) se relacionen con normalidad con él, despiertan la implicación de los padres y madres en el taller, pues el niño a veces necesita la ayuda de un adulto para utilizar las herramientas, los hace crecer la creatividad y los permite de aprender cosas a través de la manipulación. ¿Lo queréis probar?
¿Qué necesitáis?
Destornillador
Alicates
Punzón
Cuatro llaves de caracol
1 bote de plástico gordo para el cuerpo
2 tapones gordos y 2 tapones medianos (de bote de zumo de frutas) para hacer las piernas
2 tapones (de botella de agua o de *brick) y 2 cables para hacer los brazos
1 tapón gordo para hacer el jefe y 2 tapones más pequeños para hacer los ojos (o uno solo si es un robot de un solo ojo).
1 cable para hacer la antena
Crea tu robot, paso a paso
Con el punzón, haced los agujeros en la base del bote que hace de cuerpo y a los tapones que hacen de pies y con dos llaves y un destornillador, sujetadlos a la base.
- Perforado los tapones que hacen de mano por la parte interior del tapón para pasar los cables que hacen de brazo. Perforáis el cuerpo, pasáis los cables y ligadlos con un nudo.
- Proceded del mismo modo para clavar los dos tapones que harán de ojos.
- Decorad el tapón que hace de cabeza como queráis, con un cable que hace de antena, con cabello… Lo más práctico es que sea un tapón que forme parte del mismo puede que hace el cuerpo, para poderlo enroscar fácilmente.
- En este video de Vicens Vives Innova, Joan Robots en persona os muestra este paso a paso. También puedes adquirir uno hecho por Joan Robots a través de este enlace.