Has incorporado alguna vez la cuscullera -también denominada muela de vieja- a tus ensaladas de invierno? Se trata de una planta de hoja comestible y flor ornamental, que marida muy bien con frutos secos y que aporta un punto de dulzura a los platos si se combina con especies más amargas.
La cuscullera, como el cuerno de ciervo o la acelga silvestre, es una de las muchas variedades tradicionales que el colectivo Eixarcolant ha recuperado desde que en 2016 la entidad nació gracias a un grupo de personas con inquietud de cambio, que unió esfuerzos para revertir el modelo agroalimentario actual y buscar alternativas de desarrollo económico que generen un impacto positivo a todos los niveles.
Recuperando plantas olvidadas
Hace más de 7 años que el Colectivo Eixarcolant -eixarcolar significa arrancar malas hierbas de los campos sembrados-, hace difusión de aquellas plantas que tradicionalmente formaban parte de nuestra cultura, bien sea en la cocina, como ornamentación o para curas medicinales, y que poco a poco se han ido dejando de utilizar. Muchas de las consideradas como “malas hierbas” tienen altas propiedades nutricionales y se pueden introducir a nuestra dieta, pero hace falta que primero las redescrubramos , las conozcamos a fondo y fomentemos sus usos.
El proyecto Eixarcolant bebe de la enorme herencia gastronómica de nuestro país para revertir la manera cómo se producen, se comercializan o se consumen las plantas silvestres. Si, como afirma el miembro fundador del colectivo Marc Talavera, comiéramos trigo blanco en lugar de quinoa, semillas de lino en lugar de chía o salsa de burra salvaje en lugar de mostaza envasada, contribuiríamos también a construir un sistema agroalimentario más justo, ético y sostenible.
Una propuesta en constante crecimiento
La parada obligada por la Covid-19 del año 2020 significó un punto y aparte por el proyecto Eixarcolant. El mismo Talavera recuerda el peso que adoptaron en muchos hogares los huertos urbanos creados en terrazas y balcones durante el confinamiento, así como de la toma de conciencia global hacia la biodiversidad que abundaba en medio del asfalto y que nadie alteró durante más de 30 días seguidos.
Desde entonces, el interés por el proyecto ha crecido en todo el territorio y es que además de la recuperación de semillas y plantas, el colectivo Eixarcolant es un actor dinámico en la promoción de jornadas, debates o talleres que favorezcan un modelo de consumo y producción de alimentos más sostenible. En este sentido, a principios de octubre organizan la Jornada Gastronómica de las Plantas Olvidadas, que este año llega a la 8.ª edición, y que incluye más de 100 actividades para todos los públicos.
Además, gracias a la creación de la Editorial Eixarcolant se ha editado la colección Els llibres de les plantes silvestres comestibles de la cual ya se ha publicado el quinto volumen. La colección se puede adquirir desde la tienda de la página web eixarcolant.cat, donde también se informa de un directorio de plantas olvidadas para que los consumidores conozcan aquellos productores o proyectos que las tienen en cuenta y que se ubican cerca de su domicilio.
Las voces del Fixing the Future
El colectivo Eixarcolant será una de las voces del Festival Fixing the Future, los días 12, 13 y 14 de octubre al Diseny Hub de Barcelona. El festival mostrará 25 proyectos que están transformando el mundo y este año también presentará un programa especial dirigido a los docentes.